En el marco de la criminalización
creciente de las reivindicaciones laborales por parte de la
administración y los cuerpos de seguridad del Estado como única vía
de resolución de las mismas, como constatan las últimas detenciones
de sindicalistas y huelguistas a raíz de la huelga general del 29 de
marzo, hemos de hacer público la denuncia que han recibido algunos
de nuestros compañeros por participar en manifestaciones por sus
derechos laborales.
A raíz del cierre de la aerolínea
Spanair y de los ajustes de plantilla (despido del grueso de sus
trabajadores) de sus empresas vinculadas, como Newco o Aviaservis, se
realizaron varias protestas ante la Generalitat, que formaba parte de
la junta de Administración de la empresa y que ha dejado sin
investigar ni aplicar sanciones a la gerencia nefasta del capital
público que nutría las operaciones del grupo empresarial. Se dieron
ante la sede de la Generalitat, en la plaza Sant Jaume de Barcelona y
en el Parlament, los pasados 9 y 10 de febrero, respectivamente.
La primera de las concentraciones tenía
como objetivo que los representantes de los trabajadores se reunieran
con personal del Departament d’Empresa i Ocupació para tratar de
la subrogación de la plantilla. Ante los representantes que
acudieron, entre los que se incluyó la representación de la Sección
Sindical de CNT, apareció un secretario del portavoz de la
Generalitat, sin poder para negociar como el mismo admitió, con la
única voluntad de escucharles. Palabras y más palabras que en aquel
mismo instante se volatilizaron, como hemos podido comprobar con el
paso del tiempo. Tras la reunión, y tras la comunicación de la
tomadura de pelo a los trabajadores allí reunidos, el grueso de
estos decidió hacer escuchar su rabia ante la injusticia y la
evidencia de que patronal y administración, que configuraban los
órganos de decisión de la compañía aérea se habían conchabado
para dejar a los trabajadores en la calle e indefensos. De modo
espontáneo y como consecuencia lógica de la exposición de la farsa
allí representada, se decidió realizar una manifestación que
empezó por cortar la Vía Laietana y transcurrió por el paseo
Colón, la avenida Josep Carner y ronda del Litoral, Rambla y plaza
Cataluña. Mientras el grueso de los trabajadores llegaban a la Vía
Laietana, el Secretario de Prensa y Propaganda de CNT L’Hospitalet
y el delegado sindical de la sección de CNT en Spanair eran
retenidos ante la puerta de la Generalitat con el propósito de
identificar al secretario de prensa -los datos del delegado sindical
los obtuvieron de su entrada en la Generalitat-, ambos acusados de
promover e incitar esta movilización que por espontánea no había
sido legalizada. Su único indicio era simplemente que el delegado
sindical se acercó al secretario de prensa y propaganda y hablo con
él -escuchó con sus superpoderes auditivos o telepáticos-,
afirmando que lo hizo con la intención de comunicar consignas que
condujeran al corte de las vías, cuando en realidad se trataba de
explicar el resultado de la reunión. La marcha continuó, siempre
con la iniciativa conjunta de los trabajadores, despedidos, con
nóminas pendientes por cobrar y estafados por la empresa y la
administración, que niegan toda responsabilidad sobre las
consecuencias de sus inversiones y sobre la negligente gerencia que
ellos apoyaron. No sólo se encargan de dejar en una situación
precaria, sin empleo y sin indemnizaciones a la plantilla, sino que
pretenden endosarnos sanciones de entre 300€ y 30.000€.
Sobre la actuación de la Policia de la
Generalitat-Mossos de Esquadra, que en otras ocasiones alentaba
incluso el corte de vías, con objetivos mediáticos, hemos de decir
que los agentes denunciantes pasaron toda la manifestación
intentando encontrar un responsable y encaminar a los manifestantes
según su voluntad. Fuimos testigos de cómo intentaban achacar la
dirección de los trabajadores a la CNT, diciéndole a la gente que
no se dejara llevar por nosotros, integrantes, como trabajadores
afectados, de la marcha. Como hemos explicado, el agente, mezquino,
buscó cabezas de turco antes de que la marcha comenzara. Tampoco a
ellos les vale la confrontación directa ante la ira de la plantilla.
Desde CNT L'Hospitalet y desde la
Sección Sindical de CNT en Spanair no podemos quedarnos callados
ante esta nueva agresión al derecho de reunión y a la libertad de
manifestación de los trabajadores. No aceptamos el 0% de
preocupación que citaba hace unos días el director general de la
policía, cuando ésta implica mirar hacia otro lado ante los abusos
de la patronal y de sus esbirros en el Parlament.