Los trabajadores de Spanair de la CNT no serán los últimos en verse agredidos por los poderes públicos, puestos al servicio de la patronal, y por eso, todos los trabajadores y trabajadoras debemos ponernos en guardia y caminar conjuntamente hacia una movilización general que detenga de una vez por todas estos abusos vergonzosos. Cuando en las instancias políticas no queda ni un ápice de vergüenza ni dignidad, el pueblo trabajador debe hacer gestos claros de desaprobación y castigo.
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Por si no fuera bastante verse atrapados en una quiebra fraudulenta y verse ignorados por las administraciones, ahora, el Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya, a través de la Subdirecció General de Seguretat Interior les ha puesto en el punto de mira de su estrategia de terror contra los trabajadores y trabajadoras que protestan ante la situación de tomadura de pelo que se vive en el país.
Con la excusa de las movilizaciones que iniciaron los trabajadores y trabajadoras en el mes de Febrero, ahora, en medio de una oleada de detenciones de Huelguistas, y cargas policiales, llega otro golpe, esta vez económico. El Departament d’Interior quiere multar a unos trabajadores de Spanair de la CNT con entre 300 y 30.000 € achacándoles una dirección de las protestas que no podía ser de ninguna de las maneras y además constaba fehacientemente a los allí presentes.
Tal actitud debemos entenderla como enmarcada en la estrategia represiva que el Departament d’Interior está usando a raíz de la Huelga general del 29 de Marzo contra el conjunto de la clase trabajadora. Para contentar a sus socios políticos de la patronal Foment del Treball se está recurriendo a multar y encarcelar a sindicalistas y gasear manifestantes con el objeto de destruir las diversas movilizaciones contra la crisis. Los poderes económicos van a continuar con sus vergonzosos abusos y corrupciones pero no quieren un “escenario griego”, y para eso recurren al escarmiento para lograr que el miedo cale y la gente se deje abusar.
Sorprende el doble rasero de estos políticos, que por un lado hacen la vista gorda con las campañas de insumisión contra los peajes, y por otro exageran de manera ridícula las valoraciones sobre las movilizaciones de trabajadores equiparándolas al terrorismo. Esto es lo que podríamos denominar politiqueo barato. Es la misma política que se muestra blanda con los ladrones del erario público (Félix Millet, Urdangarín, Emilio Botín, Francisco Correa, Macià Alavedra, Prenafeta …) y luego con la excusa de la crisis recortan y malvenden a mansalva. Y es la misma política que rescata bancos con dinero de tod@s y permite las oleadas de desahucios.
