lunes, 27 de febrero de 2012

Comunicado de protesta de la Sección Sindical de la CNT en Spanair frente a las oficinas centrales de ésta en L’Hospitalet de Ll.


Salud compañeros,

Lo primero es agradecer vuestra asistencia solidaria ante el cierre de una empresa que deja en la calle directamente a 2,604 trabajadores así como al 75% de la plantilla de Newco y a trabajadores de otras empresas como Aviaservis. Disculpadme si me dejo algún afectado sin determinar, ya que los efectos sobre los empleados de otras empresas que trataban con Spanair están aún por ver.

Es evidente que el cierre de esta empresa, que se postergó desde 2008 por los intereses de los entonces gobernantes PSOE y tripartito, que quisieron apostar por la transformación del Prat en un aeropuerto realmente internacional, más que por la conservación o generación del empleo, por el volumen de negocio que podían sacar, tiene transfondo político. Este “avance hacia el progreso” no ha repercutido apenas en mejoras en las condiciones de trabajo del sector aéreo, al contrario, sufrimos cada día más la precariedad en estos empleos, precariedad que marcha en consonancia con la vaporización de los derechos de los trabajadores en los últimos años. Para nosotros, que trabajábamos en el almacén de mantenimiento, supuso el tener que desarrollar nuestra faena (multiplicada en volumen y aumentada en responsabilidades) en un almacén que a todas vistas no cumplía con las normativas de prevención de riesgos ni mucho menos con las estrictas reglamentaciones aéreas. El derecho a reclamar condiciones dignas de los trabajadores, para esta empresa, por lo menos el trabajador no incluido en los colectivos representados por sindicatos corporativos, prácticamente no existía, su representante ante la empresa debía ser el inmediato superior jerárquico, impidiendo mediante amenazas continuas por parte de los cuadros medios de la jefatura que nuestro conflicto llegara a ser estudiado en serio. Al ser sancionado uno de nuestros compañeros por intentar sacar a relucir la explotación a la que éramos sometidos, nos organizamos en bloque, dispuestos a todo, decidiendo la afiliación a CNT. Lamentablemente no nos ha dado tiempo de plantear nuestras demandas, ya que de la mañana a la tarde como sabréis, la aerolínea dejó de operar. No tuvimos oportunidad de que nuestra unión pusiera el punto sobre las íes a la empresa, por su conducta ilegal y prepotente.



La empresa estaba gestionada por gestores de perfil neoliberal, a la cabeza de ellos Ferran Soriano, famoso ya por los grandes déficits y quiebras de compañías a su paso. En este punto, nos sorprende que alguien que se destaca por hundir empresas, consiga cada vez salir reforzado en su reputación como gerente, lo que dice poco a favor de la voluntad de la patronal, los inversores, vaya, que son quienes le contrataron, de generar una economía real sostenible y eficiente, que asegure el pan y las unas condiciones laborales dignas para los trabajadores. Pese a las pérdidas, pese a las abultadas deudas con la práctica totalidad de proveedores, agentes y servicios de carga, este rufián seguía cobrando sus 600.000€ (100 millones redondos de pesetas) de sueldo anual. No quedaba ahí la cosa, por lo menos dos de sus escogidos, Chumillas, a cargo de lo económico y Scusz, el del látigo y la producción, se llevaban sueldos similares. Con la poca vergüenza acostumbrada en estos delincuentes de guante blanco, el último mes, Soriano se bajó a la mitad su sueldo, ¿qué pretendía demostrar? ¿Cómo una empresa que debe tanto dinero permite esa sangría? ¿Qué leyes defienden que mientras estos tipejos se llenaban los bolsillos, pequeñas empresas familiares, entre otras, tengan que despedir trabajadores por los impagos de la compañía que regentan? Podemos hablar en este sentido de A.I.R.E (con un capital mayor) o Activa (suministros industriales de Sant Boi). A la fuerza son leyes impuestas por la misma gente que niega tener responsabilidades a la hora del cierre, siguiendo la máxima de privatizar los beneficios y socializar los gastos, en este caso no sólo a los trabajadores, sino también al erario público, mientras se cierran hospitales y se reducen los gastos en el bienestar de la sociedad.

No acaba ahí la cosa, además de librarse de responsabilidades, Soriano está ya recolocado como directivo del Manchester City, equipo de fútbol inglés. ¿Es que acaso no vieron el déficit que dejó en el Barça? ¿O es que necesitan a un embaucador profesional, que era capaz dos días antes del cierre de afirmar con toda su jeta que la empresa no estaba en quiebra, “en absoluto”? A Schuzs le deben 400.000€ de un blindaje incluido en el momento de la contratación debido a que este personaje, procedente del mundo low cost, precarizador ante todo de servicios y condiciones laborales, no confiaba en que la empresa tuviera futuro. Vamos, que a alguien tenían que contratar. A Chumillas y Schuzs no llegamos a conocerles el futuro, pero podéis estar seguros que sus padrinos no les van a dejar en la calle. ¿Dónde quedan aquéllos tiempos que ya eran nefastos para la clase obrera en que cuando una empresa quebraba, el dueño se arruinaba, llegando en ocasiones a suicidarse? ¿Quién se ha arruinado aquí, aparte de las empresas ya mencionadas? Los inversores, con la Generalitat al frente, que aseguraba su inversión, como Gaspart, niegan toda responsabilidad sobre los trabajadores. La Generalitat, que directamente o a través de consorcios de empresas privadas y públicas controlaba prácticamente el 90% de la compañía, en ningún momento puso freno a estas sanguijuelas, ni cuando gobernaba un partido ni al gobernar el otro. Prestaba dinero público sin pararse a estudiar la rentabilidad de la inversión, por lo que cabría pensar que se han llevado la misma sorpresa que los trabajadores. Sin embargo, es conocido que Vueling, desde hace por lo menos medio año, elaboraba un plan para cuando tuviera que quedarse con parte de los medios de producción (aviones y rutas) de Spanair. No se ha de olvidar, que la propietaria de Vueling es Iberia, y su presidente es Josep Piqué, exministro pepero e hijo del último alcalde franquista de Vilanova i la Geltrú. Estos indicios, así como las peticiones de la Generalitat de que no se investigue, estableciéndose un pacto de silencio que firman casi todos los grupos políticos, hacen pensar en que este cierre es una decisión política, impulsada desde el nuevo gobierno nacionalcatólico del Estado por sus intereses a través de Bankia en IB y Vueling, a cambio de a saber qué prebendas o favores otorgados al Ejecutivo catalán.

Ya el día que cerraron, el 27 de enero, se afirmaba desde la empresa que ésta no poseía ni un solo duro, que tras el pago de 1.000€ a cada empleado de la nómina de enero, no podría asumir ningún pago más. Que se realizaría el ERE lo más deprisa posible (aunque esto produjera errores en el proceso, admitidos por la empresa), para garantizar que los dramas personales que sufrirían los trabajadores al no recibir ingresos se redujeran. Se nos envió al permiso retribuido, que impedía el buscar otro trabajo, pues en cualquier momento se podía requerir tu presencia, por lo que si no ibas a tu puesto de trabajo, en el que te aseguraban que no ibas a cobrar los sueldos más que por FOGASA, perdías todo derecho a indemnización. Para acelerar los trámites, se realizaron varias reuniones, a las que desde el primer momento pretendimos concurrir desde la Sección Sindical de CNT, a la vista del resto de representantes de los trabajadores del comité. La respuesta siempre fue dilatoria y negativa, forzándonos a acudir día tras día y solicitar que nos recibiera Mercedes, la abogada de la empresa, ducha en embaucar, como sus superiores. Sus palabras ante nuestras demandas de subrogación, eran que no habría ni recolocación. A estas reuniones se las calificaba de informales, y sin embargo en ellas se elaboraba ya el plan para dejarnos en pelotas, estableciéndose una mesa de representación que nos dejaba fuera con el acuerdo de todos los demás, que, repito, nos veían cada día, solidarizándose de boquita con nuestra demanda, mientras en las oficinas firmaban nuestra exclusión (como si no hubiéramos trabajado todo este tiempo igual que los demás) y ejercían un arduo trabajo desmovilizando a la plantilla, presionándola con el paro y la falta de ingresos. Al recibir la documentación del ERE por parte de la empresa, en general las cuentas de la misma, en estas reuniones “informales”, nos da la impresión, por como se han comportado el resto de representantes, que nadie se la ha mirado seriamente, intentando buscar fallas o irregularidades que demostraran la mala fe de la empresa.

Por lo tanto, no hubo un duro hasta que el Responsable de Tesorería de la empresa, en una muestra de honestidad, informó a sus compañeros que aún trabajaban, de que en caja había dinero, que no les engañaran, y pidió explicaciones a la empresa, que en lugar de darlas, le envió a su casa como a todos los demás, acusándole de revolucionar a la plantilla. Es así como tratan a gente que había entregado hasta 25 años de su vida a esta empresa, sufriendo ya un ERE cuando entró la Generalitat, que obligaba al traslado o despido de mucha gente y a recortes en los sueldos (congelados desde el año anterior), ya que Spanair antes del 2008 tenía sus oficinas en PMI. Soriano decía que el que no quisiera venirse, perdía su trabajo por voluntad propia -ya vemos como se va a Inglaterra para no perderlo.

Los trabajadores de Madrid se concentraron ante el ministerio de Fomento, organizando protestas también en el aeropuerto. En Bilbao se encerraron varios compañeros en el aeropuerto. En Barcelona nos concentramos en varias ocasiones ante la sede, cortando la autovía en el tramo que podéis ver aquí abajo. También en ambas terminales del aeropuerto. Días más tarde nos concentramos ante la Generalitat, sin más resultado que la recepción de nuestras demandas por el secretario del portavoz, quien no podía adquirir ningún tipo de compromiso, más que el de escucharnos. Ciertamente, sonaba a mofa, por lo que los trabajadores nos decidimos a continuación a manifestarnos espontáneamente, cortando durante parte de las primeras horas de la tarde, Via Laietana, el Paseo Colón, y llegando hasta la ronda del Litoral. Pese a todo, y aún con una fuerte presencia de prensa, estos hechos fueron en general silenciados por la Falsimedia, como una prueba más del chanchulleo político detrás de nuestro desempleo precipitado. También nos concentramos en el Parlament cuando se le pidieron explicaciones a la Generalitat por la gestión y la entrega de fondos públicos sin que se siguiera lo que se hacía con ellos. Insisto en que se ha establecido un pacto para no investigar, incluso ante las peticiones de algún que otro parlamentario, que más que preocuparse por nuestro porvenir, pretendía obtener algún beneficio político, protagonismo, representándonos allí.

Las negociaciones pasaron a llevarse a cabo con el administrador concursal, del bufete Gispert, con vínculos familiares en la actual composición de la Generalitat. Se desarrollaban en el Departament de Treball, en calle Sepúlveda de Barcelona. Tras las declaraciones del tesorero, otras informaciones filtradas a la prensa que constataban la entrada de más dinero y la presión de la plantilla enterada por él del engaño y cada vez más indignada, los representantes se vieron obligados a comentarle al administrador estas entradas de dinero, a lo que respondió diciendo que no se había mirado las cuentas, que era mucho papeleo, que lo que importaba era proporcionar cuanto antes a los trabajadores la prestación de desempleo y el cobro en FOGASA, por tanto socializando las pérdidas de nuevo, sin adjudicar a la empresa el pago de las nóminas, ante la práctica indiferencia de los representantes, que de nuevo, primaban la pasta rápida sobre un proceso serio, que incluyera compromisos concretos de subrogación. El presidente del comité, auxiliar de vuelo, comentaba a la prensa que Vueling se había puesto en contacto con los trabajadores, no contratando a nadie por encima de los 30, que no deja de ser una discriminación por edad. En realidad, sólo se había puesto en contacto con gente de su colectivo. Sirva de muestra de como estos sindicatos, establecidos prácticamente por colectivo, no representaban a la totalidad de la plantilla, sino el puro interés de su colectivo. ¿Quién ha llamado a los compañeros de tierra, entre los que nos incluimos? Nadie.

He de destacar nuestra sorpresa al acudir a la primera reunión con el administrador. No había nadie protestando. Al consultar con otros compañeros, me confirmaron que les había desconvocado el propio comité (inaudito!). Los delegados de CNT conseguimos llegar a la puerta de la sala de reuniones, donde se repitió que todos los sindicatos estaban ya representados. El administrador anunció que se realizaría una reunión previa con un representante por cada sindicato. Por tanto, nos dispusimos a entrar, y al llegar a la puerta, nos soltó un tajante: “CNT, no”. Parte del resto de representantes, no comprendían por qué no se nos dejaba entrar, quizá fuera por lo que habían firmado en las reuniones informales, menuda jeta. Nos quedamos a la puerta, en busca de informaciones sobre lo que allí se debatía a nuestras espaldas. Los delegados de MAD se marcharon varias horas antes de finalizar la reunión. La abogada de la empresa nos informó de que nos representaba USOC como trabajadores del colectivo de servicios generales, sin considerar que nosotros nos habíamos afiliado a CNT por no aceptar de ningún modo esa representación, por parte de gente que jamás se había interesado por nosotros ni había movido un dedo en esa dirección (ante las amenazas, nos prometían luchar por nuestra indemnización en caso de despido, no pretendían ir contra la conducta de la empresa). Por otro lado, queríamos que fuera nuestra asamblea la que decidiera en nombre nuestro.

En la segunda reunión sí que nos manifestamos, tras las protestas de nuestra Sección y de otros compañeros a la increíble desmovilización de la plantilla indignada por parte del comité, cortando la calle Sepúlveda durante varias horas e interrumpiendo en ocasiones el tráfico de las calles de alrededor. Creemos que esta presión hizo que las partes del concurso tuvieran que tomarse más en serio el asunto de la pasta, aunque a la hora de firmar fueron incapaces de obtener un compromiso estricto por parte de empresa y administrador de pagar las nóminas debidas. Lo que sí se obtuvo, aunque débilmente, es la promesa de que el Servei d'Ocupació se ocupará de nosotros en un futuro, de cara a recolocaciones y formación. Aunque esto parezca positivo, no lo es si se toma en cuenta que el primer esfuerzo que se debía hacer, era el de intentar la subrogación de la mayor parte posible de la plantilla, de acuerdo al Convenio del Sector Aéreo, el intentar por todas las formas conservar nuestros contratos, sin que nos condenen a la precariedad que aportan las condiciones de los nuevos contratos previstas en las últimas dos nefastas reformas laborales. Esta es nuestra posición, y a pesar de la firma del acuerdo, es la que seguimos defendiendo, nuestro derecho a ganarnos el pan con dignidad.