Salud compañeros,
Lo primero es agradecer vuestra
asistencia solidaria ante el cierre de una empresa que deja en la
calle directamente a 2,604 trabajadores así como al 75% de la
plantilla de Newco y a trabajadores de otras empresas como
Aviaservis. Disculpadme si me dejo algún afectado sin determinar, ya
que los efectos sobre los empleados de otras empresas que trataban
con Spanair están aún por ver.
Es evidente que el cierre de esta
empresa, que se postergó desde 2008 por los intereses de los
entonces gobernantes PSOE y tripartito, que quisieron apostar por la
transformación del Prat en un aeropuerto realmente internacional,
más que por la conservación o generación del empleo, por el volumen de negocio
que podían sacar, tiene transfondo político. Este “avance hacia
el progreso” no ha repercutido apenas en mejoras en las condiciones
de trabajo del sector aéreo, al contrario, sufrimos cada día más
la precariedad en estos empleos, precariedad que marcha en
consonancia con la vaporización de los derechos de los trabajadores
en los últimos años. Para nosotros, que trabajábamos en el almacén
de mantenimiento, supuso el tener que desarrollar nuestra faena
(multiplicada en volumen y aumentada en responsabilidades) en un
almacén que a todas vistas no cumplía con las normativas de
prevención de riesgos ni mucho menos con las estrictas
reglamentaciones aéreas. El derecho a reclamar condiciones dignas de los trabajadores, para esta empresa, por lo
menos el trabajador no incluido en los colectivos representados por
sindicatos corporativos, prácticamente no existía, su representante
ante la empresa debía ser el inmediato superior jerárquico,
impidiendo mediante amenazas continuas por parte de los cuadros medios de la jefatura que
nuestro conflicto llegara a ser estudiado en serio. Al ser sancionado
uno de nuestros compañeros por intentar sacar a relucir la
explotación a la que éramos sometidos, nos organizamos en bloque,
dispuestos a todo, decidiendo la afiliación a CNT. Lamentablemente
no nos ha dado tiempo de plantear nuestras demandas, ya que de la
mañana a la tarde como sabréis, la aerolínea dejó de operar. No
tuvimos oportunidad de que nuestra unión pusiera el punto sobre las
íes a la empresa, por su conducta ilegal y prepotente.
La empresa estaba gestionada por
gestores de perfil neoliberal, a la cabeza de ellos Ferran Soriano,
famoso ya por los grandes déficits y quiebras de compañías a su
paso. En este punto, nos sorprende que alguien que se destaca por
hundir empresas, consiga cada vez salir reforzado en su reputación
como gerente, lo que dice poco a favor de la voluntad de la patronal,
los inversores, vaya, que son quienes le contrataron, de generar una
economía real sostenible y eficiente, que asegure el pan y las unas condiciones laborales dignas para los trabajadores. Pese a las pérdidas, pese a las
abultadas deudas con la práctica totalidad de proveedores, agentes y
servicios de carga, este rufián seguía cobrando sus 600.000€ (100
millones redondos de pesetas) de sueldo anual. No quedaba ahí la
cosa, por lo menos dos de sus escogidos, Chumillas, a cargo de lo
económico y Scusz, el del látigo y la producción, se llevaban sueldos similares.
Con la poca vergüenza acostumbrada en estos delincuentes de guante
blanco, el último mes, Soriano se bajó a la mitad su sueldo, ¿qué
pretendía demostrar? ¿Cómo una empresa que debe tanto dinero
permite esa sangría? ¿Qué leyes defienden que mientras estos
tipejos se llenaban los bolsillos, pequeñas empresas familiares,
entre otras, tengan que despedir
trabajadores por los impagos de la compañía que regentan? Podemos
hablar en este sentido de A.I.R.E (con un capital mayor) o Activa
(suministros industriales de Sant Boi). A la fuerza son leyes
impuestas por la misma gente que niega tener responsabilidades a la
hora del cierre, siguiendo la máxima de privatizar los beneficios y
socializar los gastos, en este caso no sólo a los trabajadores, sino
también al erario público, mientras se cierran hospitales y se
reducen los gastos en el bienestar de la sociedad.
No acaba ahí la cosa, además de
librarse de responsabilidades, Soriano está ya recolocado como
directivo del Manchester City, equipo de fútbol inglés. ¿Es que
acaso no vieron el déficit que dejó en el Barça? ¿O es que
necesitan a un embaucador profesional, que era capaz dos días antes
del cierre de afirmar con toda su jeta que la empresa no estaba en
quiebra, “en absoluto”? A Schuzs le deben 400.000€ de un
blindaje incluido en el momento de la contratación debido a que este
personaje, procedente del mundo low cost,
precarizador ante todo de servicios y condiciones laborales, no
confiaba en que la empresa tuviera futuro. Vamos, que a alguien
tenían que contratar. A Chumillas y Schuzs no llegamos a conocerles
el futuro, pero podéis estar seguros que sus padrinos no les van a
dejar en la calle. ¿Dónde quedan aquéllos tiempos que ya eran
nefastos para la clase obrera en que cuando una empresa quebraba, el
dueño se arruinaba, llegando en ocasiones a suicidarse? ¿Quién se
ha arruinado aquí, aparte de las empresas ya mencionadas? Los
inversores, con la Generalitat al frente, que aseguraba su inversión,
como Gaspart, niegan toda responsabilidad sobre los trabajadores. La
Generalitat, que directamente o a través de consorcios de empresas
privadas y públicas controlaba prácticamente el 90% de la compañía,
en ningún momento puso freno a estas sanguijuelas, ni cuando
gobernaba un partido ni al gobernar el otro. Prestaba dinero público
sin pararse a estudiar la rentabilidad de la inversión, por lo que
cabría pensar que se han llevado la misma sorpresa que los
trabajadores. Sin embargo, es conocido que Vueling, desde hace por lo
menos medio año, elaboraba un plan para cuando tuviera que quedarse
con parte de los medios de producción (aviones y rutas) de Spanair.
No se ha de olvidar, que la propietaria de Vueling es Iberia, y su
presidente es Josep Piqué, exministro pepero e hijo del último
alcalde franquista de Vilanova i la Geltrú. Estos indicios, así
como las peticiones de la Generalitat de que no se investigue,
estableciéndose un pacto de silencio que firman casi todos los
grupos políticos, hacen pensar en que este cierre es una decisión
política, impulsada desde el nuevo gobierno nacionalcatólico del
Estado por sus intereses a través de Bankia en IB y Vueling, a cambio de a
saber qué prebendas o favores otorgados al Ejecutivo catalán.
Ya el día que
cerraron, el 27 de enero, se afirmaba desde la empresa que ésta no
poseía ni un solo duro, que tras el pago de 1.000€ a cada empleado
de la nómina de enero, no podría asumir ningún pago más. Que se
realizaría el ERE lo más deprisa posible (aunque esto produjera
errores en el proceso, admitidos por la empresa), para garantizar que
los dramas personales que sufrirían los trabajadores al no recibir
ingresos se redujeran. Se nos envió al permiso retribuido, que
impedía el buscar otro trabajo, pues en cualquier momento se podía
requerir tu presencia, por lo que si no ibas a tu puesto de trabajo,
en el que te aseguraban que no ibas a cobrar los sueldos más que por
FOGASA, perdías todo derecho a indemnización. Para acelerar los
trámites, se realizaron varias reuniones, a las que desde el primer
momento pretendimos concurrir desde la Sección Sindical de CNT, a la
vista del resto de representantes de los trabajadores del comité. La
respuesta siempre fue dilatoria y negativa, forzándonos a acudir
día tras día y solicitar que nos recibiera Mercedes, la abogada de la
empresa, ducha en embaucar, como sus superiores. Sus palabras ante
nuestras demandas de subrogación, eran que no habría ni
recolocación. A estas reuniones se las calificaba de informales, y
sin embargo en ellas se elaboraba ya el plan para dejarnos en
pelotas, estableciéndose una mesa de representación que nos dejaba
fuera con el acuerdo de todos los demás, que, repito, nos veían
cada día, solidarizándose de boquita con nuestra demanda, mientras
en las oficinas firmaban nuestra exclusión (como si no hubiéramos trabajado todo este tiempo igual que los demás) y ejercían un arduo
trabajo desmovilizando a la plantilla, presionándola con el paro y
la falta de ingresos. Al recibir la documentación del ERE por parte
de la empresa, en general las cuentas de la misma, en estas reuniones
“informales”, nos da la impresión, por como se han comportado el
resto de representantes, que nadie se la ha mirado seriamente,
intentando buscar fallas o irregularidades que demostraran la mala fe
de la empresa.
Por
lo tanto, no hubo un duro hasta que el Responsable de Tesorería de
la empresa, en una muestra de honestidad, informó a sus compañeros
que aún trabajaban, de que en caja había dinero, que no les
engañaran, y pidió explicaciones a la empresa, que en lugar de
darlas, le envió a su casa como a todos los demás, acusándole de
revolucionar a la plantilla. Es así como tratan a gente que había
entregado hasta 25 años de su vida a esta empresa, sufriendo ya un
ERE cuando entró la Generalitat, que obligaba al traslado o despido de mucha
gente y a recortes en los sueldos (congelados desde el año
anterior), ya que Spanair antes del 2008 tenía sus oficinas en PMI.
Soriano decía que el que no quisiera venirse, perdía su trabajo por
voluntad propia -ya vemos como se va a Inglaterra para no perderlo.
Los trabajadores
de Madrid se concentraron ante el ministerio de Fomento, organizando
protestas también en el aeropuerto. En Bilbao se encerraron varios
compañeros en el aeropuerto. En Barcelona nos concentramos en varias
ocasiones ante la sede, cortando la autovía en el tramo que podéis
ver aquí abajo. También en ambas terminales del aeropuerto. Días
más tarde nos concentramos ante la Generalitat, sin más resultado
que la recepción de nuestras demandas por el secretario del
portavoz, quien no podía adquirir ningún tipo de compromiso, más
que el de escucharnos. Ciertamente, sonaba a mofa, por lo que los
trabajadores nos decidimos a continuación a manifestarnos
espontáneamente, cortando durante parte de las primeras horas de la
tarde, Via Laietana, el Paseo Colón, y llegando hasta la ronda del
Litoral. Pese a todo, y aún con una fuerte presencia de prensa,
estos hechos fueron en general silenciados por la Falsimedia, como
una prueba más del chanchulleo político detrás de nuestro
desempleo precipitado. También nos concentramos en el Parlament
cuando se le pidieron explicaciones a la Generalitat por la gestión
y la entrega de fondos públicos sin que se siguiera lo que se hacía
con ellos. Insisto en que se ha establecido un pacto para no
investigar, incluso ante las peticiones de algún que otro
parlamentario, que más que preocuparse por nuestro porvenir,
pretendía obtener algún beneficio político, protagonismo,
representándonos allí.
Las negociaciones
pasaron a llevarse a cabo con el administrador concursal, del bufete
Gispert, con vínculos familiares en la actual composición de la
Generalitat. Se desarrollaban en el Departament de Treball, en calle
Sepúlveda de Barcelona. Tras las declaraciones del tesorero, otras
informaciones filtradas a la prensa que constataban la entrada de más
dinero y la presión de la plantilla enterada por él del engaño y
cada vez más indignada, los representantes se vieron obligados a
comentarle al administrador estas entradas de dinero, a lo que
respondió diciendo que no se había mirado las cuentas, que era
mucho papeleo, que lo que importaba era proporcionar cuanto antes a
los trabajadores la prestación de desempleo y el cobro en FOGASA,
por tanto socializando las pérdidas de nuevo, sin adjudicar a la
empresa el pago de las nóminas, ante la práctica indiferencia de
los representantes, que de nuevo, primaban la pasta rápida sobre un
proceso serio, que incluyera compromisos concretos de subrogación.
El presidente del comité, auxiliar de vuelo, comentaba a la prensa
que Vueling se había puesto en contacto con los trabajadores, no
contratando a nadie por encima de los 30, que no deja de ser una
discriminación por edad. En realidad, sólo se había puesto en
contacto con gente de su colectivo. Sirva de muestra de como estos
sindicatos, establecidos prácticamente por colectivo, no
representaban a la totalidad de la plantilla, sino el puro interés
de su colectivo. ¿Quién ha llamado a los compañeros de tierra,
entre los que nos incluimos? Nadie.
He de destacar
nuestra sorpresa al acudir a la primera reunión con el
administrador. No había nadie protestando. Al consultar con otros
compañeros, me confirmaron que les había desconvocado el propio
comité (inaudito!). Los delegados de CNT conseguimos llegar a la
puerta de la sala de reuniones, donde se repitió que todos los
sindicatos estaban ya representados. El administrador anunció que se
realizaría una reunión previa con un representante por cada
sindicato. Por tanto, nos dispusimos a entrar, y al llegar a la
puerta, nos soltó un tajante: “CNT, no”. Parte del resto de
representantes, no comprendían por qué no se nos dejaba entrar,
quizá fuera por lo que habían firmado en las reuniones informales,
menuda jeta. Nos quedamos a la puerta, en busca de informaciones
sobre lo que allí se debatía a nuestras espaldas. Los delegados de
MAD se marcharon varias horas antes de finalizar la reunión. La
abogada de la empresa nos informó de que nos representaba USOC como
trabajadores del colectivo de servicios generales, sin considerar que
nosotros nos habíamos afiliado a CNT por no aceptar de ningún modo
esa representación, por parte de gente que jamás se había
interesado por nosotros ni había movido un dedo en esa dirección
(ante las amenazas, nos prometían luchar por nuestra indemnización
en caso de despido, no pretendían ir contra la conducta de la
empresa). Por otro lado, queríamos que fuera nuestra asamblea la que
decidiera en nombre nuestro.
En la segunda
reunión sí que nos manifestamos, tras las protestas de nuestra
Sección y de otros compañeros a la increíble desmovilización de
la plantilla indignada por parte del comité, cortando la calle
Sepúlveda durante varias horas e interrumpiendo en ocasiones el
tráfico de las calles de alrededor. Creemos que esta presión hizo
que las partes del concurso tuvieran que tomarse más en serio el
asunto de la pasta, aunque a la hora de firmar fueron incapaces de
obtener un compromiso estricto por parte de empresa y administrador
de pagar las nóminas debidas. Lo que sí se obtuvo, aunque
débilmente, es la promesa de que el Servei d'Ocupació se ocupará
de nosotros en un futuro, de cara a recolocaciones y formación.
Aunque esto parezca positivo, no lo es si se toma en cuenta que el
primer esfuerzo que se debía hacer, era el de intentar la
subrogación de la mayor parte posible de la plantilla, de acuerdo al
Convenio del Sector Aéreo, el intentar por todas las formas
conservar nuestros contratos, sin que nos condenen a la precariedad
que aportan las condiciones de los nuevos contratos previstas en las
últimas dos nefastas reformas laborales. Esta es nuestra posición,
y a pesar de la firma del acuerdo, es la que seguimos defendiendo,
nuestro derecho a ganarnos el pan con dignidad.